Murcia, 27 mar (EFE).- El jurado popular que desde el pasado lunes juzgaba en la Audiencia Provincial de Murcia a Ramón U.S., emitió hoy su veredicto, en el que lo considera autor de las dos puñaladas que acabaron con la vida de un joven, pero que lo hizo bajo la influencia del consumo de drogas y en un momento de arrebato.
Los jurados populares, por unanimidad, consideran probado que una de las puñaladas alcanzó al corazón de la víctima, J.C.C., un chico de 19 años, y que era "mortal de necesidad", mientras que la segunda le afectó al hígado, en un hecho ocurrido hace dos años en Lorquí (Murcia).
Asimismo señalan que el acusado persiguió al fallecido hasta darle alcance, y que una vez frente a frente le dio los dos navajazos, tras lo cual abandonó el lugar en un coche y tapándose la cabeza con una capucha.
Para seis de los nueve miembros del tribunal, Ramón U.S. había ingerido la noche del crimen, ocurrido en un polígono industrial de Lorquí, drogas y alcohol, que le habían afectado "ligeramente".
Asimismo, por siete votos a favor, consideran probado que el procesado cometió el crimen con una pérdida del control de sus impulsos porque actuó así después de que una antigua novia le avisara de que en el exterior del local varias personas golpeaban a un amigo suyo.
Igualmente, y, en este caso, por unanimidad, los jurados declaran también probado que, poco después de los hechos, la familia de Ramón U. depositó seis mil euros en la Audiencia a disposición de los padres y hermanos del fallecido para reparar el daño causado.
El fiscal, que acusaba por un delito de homicidio, pidió en el juicio una condena de 15 años de prisión, mientras que la acusación particular la elevó a veinte por un delito de asesinato.
Será ahora el magistrado-presidente el que redacte la sentencia, en la que a la vista del veredicto no podrá condenar por asesinato sino por homicidio, y habrá de aplicar las atenuantes de arrebato u obcecación y de drogadicción.
Al hacerse públicas las conclusiones de los jurados, familiares de la víctima exteriorizaron a gritos su protesta por lo que consideran un fallo "muy benévolo". EFE